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7 Cosas Que Aprendi De Mi Relacion Mas Destructiva.



La vida es como una escuela, de hecho, la vida es la verdadera escuela, es el espacio en el que obtenemos los mayores y más importantes aprendizajes de nuestra vida, y una relación destructiva, como todo lo demás, puede enseñarnos muchas cosas si estamos abiertos a aprender.


1. TODO EN LA VIDA ES TEMPORAL.

En la vida que conocemos, aquí en la Tierra, todo es temporal, todo tiene un principio y un fin, incluso la vida misma lo tiene, un día todos seremos pasto de los gusanos. Aprendí este principio vital en el momento en que acepté que mi relación había terminado, quisiera yo o no. El fin, como el principio, es una parte inherente a la vida y aunque los finales nos gusten menos que los principios hemos de aprender a cerrar, a concluir y a continuar.


2. NUNCA TE GUARDES UN RENCOR, PORQUE TE DEVORA POR DENTRO.

A veces algo nos molesta y no lo hablamos por orgullo o por miedo a provocar un escándalo, pero de mi relación aprendí que no hay que guardarse nada, que las cosas hay que hablarlas en su momento y no en otro, que si te guardas tus rencores estos acaban devorándote desde dentro.


3. CADA DÍA AL LADO DE LA PERSONA QUE AMAS ES UN REGALO.

La costumbre, el habito o la rutina son enemigos declarados de la felicidad. Cada día al lado de la persona que amas es una oportunidad para crear, para crear amor, para crear afecto, para crear recuerdos bonitos, para crear confianza... Con el tiempo, perdemos la capacidad de apreciar lo que tenemos y nos sumergimos en la rutina, pero de mi relación aprendí que cada nuevo día es un precioso regalo y que saber aprovecharlo es lo que marca la diferencia.


4. LA "CULPA" SIEMPRE ES DE LOS DOS.

Cargar a la otra persona con toda la responsabilidad de lo ocurrido es un error, pues todos ponemos pequeños granitos de arena que contribuyen a que las cosas sean de una determinada manera. Cada uno debe tomar su parte de responsabilidad y enfrentarse a sus propios demonios y no a los del otro.


5. PERDONAR NO ES TAN FÁCIL COMO PARECE.

El perdón es un acto que se ha de practicar en toda relación, pues todos nos equivocamos y todos necesitamos aprender a perdonar y a ser perdonados, pero esto no es tan sencillo como dicen por ahí. Perdonar de verdad es liberarte a ti y a la otra persona de una carga, perdonar no es en ningún caso un acto de generosidad con la otra persona, algo por lo que deba estarte agradecida. De mi relación aprendí que si echas en cara algo que has perdonado en realidad nunca lo perdonaste.


6. LUCHAR O RENUNCIAR, HAY UN TIEMPO PARA CADA COSA.

A veces nos empeñamos en luchar por relaciones que ya no nos llevan a ninguna parte y ahí entra en juego la difícil y escurridiza capacidad de renunciar, de decir "hasta aquí". A veces renunciar también es de valientes y llega un momento para cada persona en que ha de hacer acopio de fuerzas y alejarse de aquellas cosas que no le hacen bien. Aprender esto es lo que más me costó, fue el aprendizaje más difícil de adquirir, pero también fue el aprendizaje más poderoso y el que mayores resultados produjo en mi vida, sin duda alguna.


7. UNO MISMO SIEMPRE ESTA EN PRIMER LUGAR.

Renunciar a nuestra felicidad, a quien somo o a nuestros principios por otra persona es uno de los errores más fatales que cometemos. Uno nunca debe olvidarse de sí mismo ni de quien es, porque, ¿cómo puedes ser feliz con alguien de verdad si ni siquiera eres tú mismo? Uno mismo se tiene que poner siempre en el centro, pero no de un modo egoísta, sino que debe cuidarse y amarse y solo de este modo podrá obtener verdadero respeto y verdadero amor.


Todo en nuestra vida está ahí para que aprendamos, para que maduremos y para que mejoremos. Uno puede darse de cabezazos contra la pared preguntándose porque tuvo que ocurrir lo que ocurrió o puede elegir extraer las lecciones que le lleven a otro nivel, a un nivel más elevado en el que los sufrimientos del pasado no tengan porque repetirse. Amar también es aprender...


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