El Gran Dilema De Los Amantes De Los Libros
Ni en mil vidas puede un amante de los libros, satisfacer su insaciable y ardiente sed de lectura. Siempre quedará un libro por leer, aunque sea uno más y esta vida nuestra es demasiado corta e insignificante, para poder cubrir la necesidad imperiosa y a veces hasta esquizofrénica de un verdadero lector.
Si una persona lee un libro a la semana, al cabo de 50 años habrá leído el insuficiente e incluso inapreciable número de 2.400 libros...
2.400 libro. ¡Qué castigo, Dios! ¡¿Qué habremos hecho los humanos para merecer estas vidas tan insuficientes?!
Una vez asumido que nuestras vidas son limitadas y por lo tanto, nuestras lecturas también, viene el gran dilema, el dilema de los dilemas, el último dilema y este es, qué libros leer.
Tener que escoger qué libros leer entre los millones que pueblan las estanterías del mundo, es una dramática e indecente broma de mal gusto de la vida.
La vida parece mirarnos a los ojos y decirnos, escoge... Y yo le digo, «no quiero escoger maldita sea, quiero unos cuantos siglos más de vida, por favor»
Pero así es la vida, escoger, elegir, decidir, todo se basa en las elecciones y los libros no se quedan fuera de este axioma. ¿Pero cómo escoger?
Hoy en día, la red está plagada de listas sobre libros y parece ser que todos saben lo que a uno le conviene leer. Todo el mundo recomienda, aconseja y sugiere pero, cómo puede un ser humano saber lo que a otro le conviene, si la lectura es el acto intimo por excelencia.
Nadie mejor que tú conoce el libro exacto que necesitas en cada momento, así que, haz caso a tu intuición y lee lo que tú decidas.
Para mí, una vida sin libros no tendría sentido ser vivida, sería como caminar por un eterno y árido desierto o como estar suspendido en un espacio lúgubre y vacío.
Tristemente, pocas personas en este mundo son capaces de sentir la elevación que se experimenta al sostener un libro largamente ansiado entre las manos, al pasear por sus páginas y percibir el poder que hay dentro de ellas.
Los libros son uno de los regalos más maravillosos que nos hace la vida.
A través de ellos se forjan caracteres, algunos han destrozado vidas, otros han despertado a personas de su letargo, unos pocos han levantado civilizaciones y otros pocos las han devastado, muchos han extasiado, y muchos otros han corrompido, algunos han conmovido el alma y otros han aniquilado cualquier esperanza.
Los libros están vivos y a diferencia de nosotros, los libros gozan de la eternidad.
"Creo que parte de mí amor a la vida se lo debo a mí amor a los libros."
Adolfo Bioy Casares
